Así conocido por mucha gente o también como las cascadas de San Francisco Acuitlapan, se encuentran ubicadas en los límites del Estado de Guerrero con Morelos, se puede llegar desde Morelos por la carretera Fed. Cuernavaca-Taxco en el kilometro 58, se encuentra la desviación a la comunidad de Texcaltitla, siguiendo el camino llegamos a la comunidad última parada para hacerse de vivieres, por un camino de terracería se va subiendo la gran cañada que nos muestra entre campos de cultivo en pendiente así como la vegetación selvática que crece en los cerros dándonos una impresión magnifica de un lugar así no muy distante.
Una vez que llegas, encontraras viejas construcciones de una antigua estancia que fue construida con piedra gris de la región y que modifico la corriente del rio que nace de la gruta, ya que se forman cascadas y una gran alberca, y espacios verdes para nadar y tener un descanso muy agradable entre los arboles de aguacate y zapote, aquí recomendamos que sea la base de nuestra estancia.
Ya en plan de exploración subiendo por una vereda entre el agua del rio y grandes rocas se llega a la entrada de la gruta de donde converge el Río Salado, para entrar a la gruta hay que tomar en cuenta que es necesario llevar ropa adecuada para mojarse y una lámpara por persona, al entrar se cruza el río hasta llegar a un banco de arena y ahí se puede observar una caverna amplia con paredes de piedra caliza, también se pueden ver en algunos rincones Murciélagos que habitan el lugar.
Avanzando por la caverna se vuelve a entrar al agua ahora en una parte más estrecha aquí la obscuridad es total por lo cual la linterna es indispensable, mas adelante ya fuera del agua la caverna es más estrecha y pisando ya sobre roca podemos observar diversas formaciones de roca hechas por los escurrimientos a través de los años, el recorrido termina hasta una cavidad donde se puede observar que la gruta continua pero ya es necesario hacerlo con equipo de rapel y con más experiencia en este tipo de expediciones, aquí se emprende el regreso que es igualmente emocionante que el acceso.
Ahora exploremos las cascadas, devuelta en la base, de frente a la cañada por el lado derecho bajamos por una vereda donde recomendamos usar tenis y llevar libres las manos ya que en algunos espacios la pendiente es muy pronunciada, ya que es prácticamente una selva y se tiene que recurrir a sujetarse de los arboles ramas y raíces, abriéndonos paso llegamos a las cascadas principales donde la caída del agua es impresionante que solo estando ahí experimentas grandes sensaciones, viento, agua, sol, y más impresionante es poder andar entre las posas que se forman y nadar en la caída del agua, posar para una fotografía del recuerdo , debido a lo caliza y mas minerales que contiene el agua las piedras y orillas no son resbalosas y se puede andar sin mayor problema.
Regresando a la vereda podemos seguir bajando a otras cascadas, posas, corrientes de agua y observar la vegetación que protege y de forma caprichosa abunda en la gran cantidad de escurrimientos de agua.
Las Granadas es el lugar ideal para la gente que le gusta explorar la naturaleza y vivir momentos extremos y divertidos, así como también una estancia placentera para los que gustan de la tranquilidad de la naturaleza.
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